Desde hace años oimos hablar de los puestos de trabajo digitales y de la posibilidad del teletrabajo en la administración publica.
En realidad esto no debería ser tan costoso con el actual desarrollo tecnológico, pero la conceptualización del mismo no parece estar en un grado de madurez suficiente...
Las intranet tienen cuatro funciones básicas:
1.- COMUNICACIÓN. A través de las mensajería instantanea, los chats y los microblogs garantizan la comunicación entre trabajadores y departamentos, dejando huella de la misma en el tiempo.
2.- PROCEDIMIENTO. Normas claras y escritas al alcance de todos, creación de normas e interpretación de las mismas de forma uniforme.
3.- BIBLIOTECA. Un lugar para cada cosa, toda la documentación de la empresa siempre disponible y con permisos especiales de acceso y confidencialidad.
4.- COLABORACIÓN. Disponemos de grupos de discusión, espacios para el debate, capacidad para generar documentos en grupo, modificarlos, editarlos, y todo en ello sin perder los cambios desde la primera versión. WebDav y los Wikis nos lo ponen fácil.
La web 2.0 ha puesto estas herramientas a coste cero para las empresas.
¿Pero cómo llegar de una intranet de información compartida a un puesto de trabajo digital? Este es el reto.
Conceptualmente el cambio no es tecnológico, tiene que ver con el concepto mismo de trabajo. Pasar de premiar la obediencia a premiar la iniciativa, de valorar las opiniones en función del mérito y el valor en lugar del status y la jerarquía, premiar al que comparte y no sólo a aquel que sabe, modificar el principio de liderazgo basado en el poder por el principio de actitud de servicio.
Esto exige cambiar los lugares de aprendizaje. Es el proyecto y no el aula, el puesto de trabajo y no el pupitre. La vida entera y no su inicio.
¿Estamos preparados para ello?
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