Evaluación de Políticas de Empleo 3: En qué mejorar


Hay varios aspectos susceptibles de mejora, pero creo que destacaría estos cinco:

  1. Coordinación
  2. Sistemas de Información
  3. Gestión del proceso administrativo
  4. Planificación y seguimiento
  5. Participación 
    COORDINACIÓN: Las políticas de Empleo son un conjunto de acciones dirigidas a mejorar la empleabilidad. De forma aislada representan un plus para las personas que reciben un servicio, ya sea de orientación, formación, fomento de la emprenduría. Pero la acción coordinada mejora considerablemente las oportunidades. En esencia, la coordinación es mejorar la comunicación
    Mejorar la comunicación entre las personas que intervienen, técnicos de distintos programas, departamentos, agentes sociales, pero también  la comunicación entre las máquinas, entre las distintas aplicaciones de gestión para que intercambien datos de forma homogénea y automatizada. 

    SISTEMAS DE INFORMACIÓN: Hay varios motivos para desarrollar y utilizar buenos sistemas de gestión. Permiten tomar decisiones informadas en base a datos objetivos, aceleran el procedimiento administrativo puesto que automatizan trámites burocráticos repetitivos, los procesos son estandarizados y crean espacios de colaboración entre administraciones. Ahorran recursos públicos pero, sobre todo, aportan productividad al sistema. Una administración ágil genera una economía ágil.
    En este sentido aun tenemos mucho que avanzar, no me refiero tecnológicamente, sino a la cultura que fomenta un uso coherente de los mismos. 

    GESTIÓN DEL PROCESO ADMINISTRATIVO: Es la clave de la productividad. La carga administrativa en la gestión de los programas es muy alta. La gestión administrativa, sobre todo la relativa a la justificación del gasto, es muy laboriosa y compleja. Esto conlleva retrasos en los tiempos que median entre convocatoria y asignación de recursos. Los procedimientos de administración se rehacen cada año, con lo cual hay que aportar las distintas acreditaciones en cada convocatoria dilatando el proceso de resolución. Como consecuencia, se produce una sobrecarga y no se atiende debidamente las tareas que requieren los procesos de planificación de los programas.
    La paradoja de la administración. Como en un barco, dedicamos nuestro esfuerzo a mantener el motor en marcha para que siga adelante, pero olvidamos fijar el rumbo y la dirección.

    SOBRE LA PLANIFICACIÓN Y EL SEGUIMIENTO: Derivado de lo anterior, no se atiende a la planificación porque no hay tiempo para procesar información y elaborar estrategias. Pero sin ello, la política es ciega. Podemos decir lo mismo del seguimiento, la inspección y los sistemas de alerta: no se les presta la suficiente atención por falta de tiempo. De tal forma, que es al final de la ejecución del programa cuando detectamos los errores, no durante su ejecución.
    Dada la magnitud del fenómeno del desempleo, las políticas deberían planificarse en función de un análisis riguroso del contexto y de las necesidades. Disponer de un mejor sistema de seguimiento que corrija las desviaciones en el momento mismo de producirse. La evaluación debe ayudarnos a superar estas barreras.

    SOBRE INFORMACIÓN Y PARTICIPACIÓN : De nada sirven los resultados de la evaluación si luego no se aplican. Por ello, la transparencia (acceso a la información) y la participación son elementos a considerar. Divulgar los resultados es el primer paso para ejecutar las mejoras. 

        Mi doctora de cabecera me comentaba que ser médico es fácil, necesitas en primer lugar hacer un diagnóstico, en segundo lugar prescribir un tratamiento y por último y más difícil hacer que el paciente lo siga.
     

     

     




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